Una investigación de la web Quinto Poder, iniciativa de la fundación chilena Democracia y Desarrollo, denunció que estudiantes peruanos que pretenden matricularse en colegios de Chile son discriminados por los centros educativos. La información ha motivado el airado pronunciamiento de todos los representantes peruanos del Parlamento Andino, quienes han llamado a la Cancillería peruana a pronunciarse al respecto.
El informe de la socióloga chilena Iskra Pavez cuenta la historia de Camila, una niña que llega a Santiago tras cinco años sin ver a su madre -quien emigró a Chile para trabajar como empleada doméstica-, y se choca con la dura realidad de que su origen es motivo de segregación.
“Tras cinco años de separación, la madre de Camila logró que ella viajara a Chile. Al llegar, la niña encontró una realidad diferente de la que esperaba. Junto a su madre recorrieron varios colegios de las comunas (distritos) de Independencia y Santiago, donde le negaron una matrícula basándose en dudosos argumentos administrativos, contrarios a la legislación chilena en materia de acceso escolar”, denuncia Pavez.
“A veces condicionaban su ingreso a la presentación de una extensa lista de documentos (…) sin dar facilidades para que ellas recopilaran paulatinamente los papeles necesarios”, agrega.
En otra ocasión, narra la nota, la “inspectora general” de una escuela pública les dijo la siguiente e increíble frase: “No recibimos peruanos porque tienen una educación más atrasada que la chilena, y, por lo tanto, bajan el nivel en las pruebas de medición de la calidad educacional”.
Las estadísticas que muestran a la sociedad chilena como sumamente machista –una mujer muere asesinada cada semana -, y en cuyos colegios el bullying -sobre todo contra los estudiantes de menos recursos económicos o de ascendencia indígena- ha llegado casi al nivel de epidemia.
“Por un lado, inmigrantes de todas las edades experimentan un trato desfavorable en Chile debido a los prejuicios raciales en su contra, en especial quienes provienen de Perú. Por otro, generalmente las familias peruanas se ubican en los nichos más precarios del mercado laboral y, por tanto, solo pueden alquilar viviendas en barrios pobres y excluidos, siendo además discriminados por su condición socioeconómica”, añade Pavez.
Lo más lamentable es que, también según la investigación, “las niñas y los niños peruanos solo pueden insertarse en escuelas públicas municipales que suman a su deficiente calidad académica y pocos recursos, el hecho de que son precisamente esas escuelas las que tienen los mayores índices de bullying entre sus alumnos.
Un hecho adicional que se comenta en la nota es que la coyuntura entre Perú y Chile, normalmente tensa por el pasado histórico que comparten, se ha enrarecido aún más debido al reciente diferendo marítimo entre ambos países, lo cual contribuye a la discriminación.
EL DATO
Chile y Perú son países integrantes del Acuerdo de Residencia del Mercosur, que es de carácter vinculante y estipula que los hijos de los migrantes tienen derecho a la educación en condiciones de igualdad que los nacionales del país de recepción.
