El diario parisino conservador Le Figaro describe la forma en que las monarquías corrompidas árabes entregan armas semi pesadas a las bandas de salafistas en guerra con el pueblo de Siria.
En el mapa se observa Adana, donde funciona un centro de suministro de armas a los terroristas antisirios.
Los cargamentos llegan desde Arabia Saudita al aeropuerto turco de Adana donde son descargadas bajo la supervisión de la inteligencia y la policía turcas y de la CIA según New York Times. Este aeropuerto es uno de los centros importantes de mando de la guerra criminal lanzada por la OTAN contra Siria.
Son transportadas clandestinamente siempre bajo supervisión militar turca y de la CIA a Damasco y a las afueras de Damasco, concretamente a Al Zabadany en la vía hacia Líbano.
Equipado con lanzacohetes de origen saudí, únicas armas capaces de detener los tanques del ejército sirio, los insurgentes marcharon en las afueras de Idlib mayo 2012. Créditos de las fotos: © Stringer. / Reuters / REUTERS
Es la CIA quién ordena los puntos de acopio de las armas. Un criminal supuestamente llamado Nasser reconocer a Le Figaro que con los turcos discuten de los objetivos de los atentados, lo que quiere decir que es el servicio secreto turco siguiendo instrucciones de sus superiores de la OTAN y de la CIA, ordenan a los mercenarios cómo asesinar a la población civil, a los militantes del Baath, funcionarios, religiosos, obreros y otros inocentes, cómo organizar emboscadas al ejército, atacar edificios oficiales, destruir mezquitas, iglesias, escuelas, instalaciones económicas, etc. Los terroristas de los Hermanos Musulmanes (que acaban de recibir la presidencia de Egipto de mano de los militares pro imperialistas) tienen su propia red de suministro de armas provenientes también de los polvorines sauditas. Al parecer los militares franceses están perdiendo influencia y la CIA únicamente les autoriza a entregar equipos de comunicación a los terroristas.
