Llanto y destrucción total se vivió en la asociación “Hijos de Pocollay”, hasta donde llegaron centenares de efectivos policiales quienes desalojaron a los habitantes que allí residían desde el año 2001. Lejos de usar la violencia, los pobladores vieron con tristeza como sus casas eran destruidas por la maquinaria pesada que arraso con todo, a pedido de la empresa Breco Consultores S.A.En el último intento por salvar lo poco que podían, los ciudadanos sacaron en triciclos y cargando al hombro todos sus objetos de valor. Muchos de ellos se llevaban las esteras, las puertas, ventanas, y hasta los ladrillos que con tanto esfuerzo lograron pagar para construir sus viviendas.
Tal fue la desesperación que se vivía en el ambiente, que una joven mujer entre lágrimas echo abajo los muros de su casa, manifestando que ella “prefería destruir lo que construyo con tanto sacrificio, antes que la policía lo haga.”
Ni la presencia del alcalde del distrito Fausto Foraquita, impidió que se produzca tan lamentable incidente.
