Caminar protegería a mujeres de un Accidente Cerebrovascular

Caminar es un arma importante de prevención que las mujeres pueden usar contra el accidente cerebrovascular (ACV), según un estudio que determinó que las que caminaban dos o más horas por semana reducían el riesgo a sufrirlo.

La actividad física es buena para la salud cardíaca, incluida la reducción del riesgo de infarto cerebral.

"Las personas más activas tienen un 25-30 por ciento menos riesgo de sufrir un ACV", dijo Jacob Sattelmair, autor principal del estudio y doctorado en epidemiología de Harvard School of Public Health, en Boston.

El equipo de Sattelmair estudió a más de 39.000 mujeres saludables, mayores de 45 años y participantes de Women's Health Study. Al inicio del estudio (1992-1995) y durante su participación informaron sobre la actividad física en los momentos de ocio.

Durante los 12 años de seguimiento, 579 sufrieron un ACV (473 isquémicos -el tipo más común por una obstrucción del flujo de sangre al cerebro- y 102 hemorrágicos). Cuatro ACV fueron de tipo indeterminado.

Las mujeres más activas eran un 17 por ciento menos propensas que las participantes sedentarias a tener un ACV durante el seguimiento.

Las que caminaban con cualquier intensidad dos o más veces por semana redujeron un 30 por ciento el riesgo de tener cualquier tipo de ACV.

Las que caminaban a casi 5 kilómetros por hora (km/h) o más tenían un 37 por ciento menos riesgo de sufrir un ACV que las que lo hacían más lento. Caminar redujo especialmente el riesgo de ACV isquémico.

Esto "se suma a las evidencias de que hasta el ejercicio de intensidad moderada, como una caminata rápida, reduce el riesgo de sufrir un ACV", dijo el doctor Frank Hu, de Harvard School of Public Health, que no participó en el estudio.

En el 2000, Hu publicó un estudio en Journal of the American Medical Association que demostró que la actividad física, incluido caminar, reducía significativamente el riesgo de ACV.

El nuevo estudio es "observacional", dijo Hu. Pero, agregó que el equipo controló bien los factores de riesgo del ACV, como el tabaquismo.

La relación entre el ejercicio intenso y la reducción del riesgo no se pudo examinar adecuadamente porque no había suficiente cantidad de mujeres que lo hicieran. Caminar era la actividad más común.

El equipo señaló que el estudio se concentró en mujeres blancas de mediana edad y con buen nivel educativo, aunque consideró que no existen motivos para no extrapolar los resultados a la población general femenina en Estados Unidos.

El estudio no incluyó a los varones; el ejercicio también reduce el riesgo de ACV en los hombres, pero aún no existen datos sobre cómo caminar modifica ese riesgo.

Para Hu, el estudio es clínicamente relevante debido a las consecuencias devastadoras del ACV, que incluyen la disminución de la movilidad, los problemas del lenguaje y la pérdida de memoria.

El ACV es la tercera causa de muerte en Estados Unidos, luego de la enfermedad coronaria y el cáncer.

"Lo importante es que el estudio proporciona otra respuesta a por qué la población debería levantarse del sillón", dijo. Fuente: www.detodoparati.tk

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