China pidió "calma y contención" después de que Turquía acusara a Siria de derribar uno de sus cazas militares y haya llevado el caso tanto al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas como a la OTAN.
"La situación en la región es extremadamente complicada y sensible. Esperamos que las partes ejerzan calma y contención y mantengan canales diplomáticos para encontrar una solución apropiada", señaló el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei.
Hong aseguró, en rueda de prensa, que China sigue de cerca los acontecimientos y también habló sobre la posibilidad de que Pekín participe en una conferencia internacional sobre Siria prevista para el 30 de junio en Ginebra.
El portavoz señaló que enviados chinos asisten a las reuniones preparatorias de la conferencia, y que Pekín se muestra "abierta y positiva" ante la posible reunión de Ginebra.
"Esperamos que la conferencia ayude a construir un consenso internacional y dé completo apoyo a los esfuerzos mediadores de Kofi Annan", señaló la fuente oficial.
Para que termine la violencia en China "es necesaria la participación y el apoyo de los países de la región, especialmente aquellos con influencia en las partes relevantes en el conflicto sirio", subrayó Hong a los periodistas.
China y Rusia han bloqueado en varias ocasiones los intentos de las Naciones Unidas para dictar resoluciones condenatorias del régimen de Bachar el Asad, ya que Pekín y Moscú consideran que ello podría abrir la puerta a una intervención militar y ellos propugnan un diálogo entre régimen y oposición sin injerencias externas.
Además, China se negó a participar en algunas de las conferencias internacionales de "Amigos de Siria" celebradas a lo largo de este año, argumentando que no contaban con el suficiente consenso internacional ni representaban a todas las partes en el conflicto.
